*La ganadora de la segunda temporada de Sabor a Valle reconoce que es difícil igualar la sazón de las abuelas.
Por Francisco Villeda
Preservar la cocina tradicional es una labor importante que se debe afrontar a pesar de las dificultades que representa para las nuevas generaciones, considera Kenia Yeraldy Ortiz Hernández, ganadora de la segunda temporada del programa Sabor a Valle.
“Yery”, quien tiene 31 años y es originaria de Ixmiquilpan, relata que en cada guiso tiene presente a sus abuelas, ya finadas; ellas son quienes la impulsaron a abrazar la gastronomía y a emprender, dos cosas que ha hecho en todo momento, por sus hermanos, y ahora por sus tres hijos.
Reconoce que para las nuevas generaciones preservar la cocina tradicional es una encomienda difícil, pues igualar la sazón o sabor de las abuelas no es sencillo, pero destaca que sí hay voluntad de parte de los nuevos cocineros para mantener vigente este arte culinario.
Ella es estudiante de la licenciatura de Gastronomía y enología en el Instituto Gastronómico Hidalguense, en Pachuca, y además de ganar la final, destacó en tres de los siete programas de la temporada del reality.
Cuando cocina busca la manera de llegar a la sazón de sus abuelas, y cuando no lo consigue de inmediato, cierra los ojos y revisa que le falta a su guiso para igualar la sazón.
Quienes conocen a “Yery” dicen que tiene magia en las manos, pero no sólo eso, sino que en la cocina se transforma y muestra todo su talento. Con humildad agradece esos elogios, mismos que la impulsan a seguir adelante en sus creaciones.
Dificultades por escasez de ingredientes
Pero preservar la cocina tradicional de Ixmiquilpan, y en general de Hidalgo, representa también dificultades técnicas, pues ya no es tan sencillo acceder a ciertos ingredientes, por la disponibilidad.
Indica que, por ejemplo, en el reality a los concursantes les remarcaron el cuidado de la flora y la fauna, y por ello no utilizaron carnes e insectos, pues existe una escasez de estos productos para la cocina tradicional.
Ante esta limitante tuvieron que idear platillos acordes, pues reconoce que antes se encontraban con mayor facilidad en el campo ciertos elementos, pero ahora ya no, lo que además ha elevado considerablemente sus precios.
Aun con esto ella logró sobresalir a lo largo de la segunda temporada. En el primer programa destacó por su salsa elaborada con chile rallado, tomate, tomatitos cherrys, ajo, cebolla tatemada, todo tatemado en comal de barro. Así ganó el primer capítulo.
También presentó en la temporada croquetas de quelite, así como un postre, que consistió en un mixiote de frutos con una mermelada de xoconostle, entre otros, y así logró destacar en los programas, hasta ganar el reality.
Para ella Sabor a valle fue una competencia sana que además dejó una gran familia de cocineros, y por todo ello agradeció al productor Gil Roque y a su equipo por permitir cumplir los sueños de los participantes.
Ahora, con ese impulso de éxito reabrirá su cocina económica, la cual tuvo que dejar en su momento para trabajar en el restaurante y obtener la experiencia necesaria que le permitiera mejorar.
Con su sazón sobresaliente luchará para que prospere su emprendimiento y de esta manera pueda obtener el sustento para sus hijos. En su momento apoyó a sus hermanos para salir adelante, y cuando llegó el momento sus papás la apoyaron para retomar sus estudios. Ahora la lucha la hace ella por sus tres hijos.
Además de ello, “Yery” se convirtió en un referente gastronómico en la zona, por lo que ahora es jurado en concursos gastronómicos, como el realizado en El Bondho, Cardonal, en donde fungió como presidente del jurado, y próximamente del concurso de salsas, el 23 de julio, en el Fitzhi, Ixmiquilpan. *NI*