*Es un museo pequeño, pero con mucho para contar de la historia de Tula. Ya con la tienda artesanal fuera se espera su reorganización para cumplir con las expectativas de sus visitantes.

Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA

La Sala Histórica Quetzalcóatl de Tula de Allende ya tiene desocupada su planta baja, donde desde marzo del 2019 se exhibían para su venta artesanías en la denominada tienda artesanal “Somos Hidalgo” que promovió la anterior administración estatal, a través de su área de Cultura con José Olaf Hernández Sánchez a la cabeza, para establecerse no sólo en Tula sino también en Ixmiquilpan, Pachuca, Santiago de Anaya y Zempoala.

Ajeno a la controversia que se generó con el gobierno de Julio Menchaca y su área de Cultura a cargo de Tania Meza, dado que la titular ha declarado que la dependencia no tiene facultades para vender los productos de artesanos de la entidad y por ello cerró las tiendas en diversos lugares e incluso puso en manos de la Contraloría estatal el tema, el encargado de la Sala Histórica, Rafael Tapia Pineda, espera la decisión del gobierno de Tula para volver al uso anterior a la sala para exposiciones o bien para exhibir las piezas que alberga en su segundo piso.

El encargado del lugar aprovechó la visita de Nueva Imagen para hacer el llamado a quien corresponda para darle mayor atención a la Sala Histórica porque está abandonada. Aunado a que luego de la pandemia y la inundación la afluencia de visitantes disminuyó. Antes de lunes a viernes recibían entre lunes y miércoles 30, 40 y hasta 50 personas; jueves y viernes se incrementaba a 60 o 70, en tanto que sábados y domingos llegaban a atender 300 personas.

Es notorio su entusiasmo al recibir a los visitantes y guiarlos por la única sala – en el tercer piso se ubica un área del gobierno municipal, donde se exhiben piezas que, en la mayoría de los casos, han sido donadas por ciudadanos que las hallaron en sus terrenos. Explica y bien la parte histórica, por ello continúan recibiendo en la Sala a escuelas desde el preescolar hasta universidades.

En la segunda sala se ubican doce vitrinas que albergan todo lo relacionado a las culturas que pasaron por Tula; se resguardan las piezas donadas ya debidamente catalogadas después del proceso de museografía en la que apoyó el arqueólogo Luis Manuel Gamboa Cabezas. Y en el primer piso se pueden admirar las piezas más recientes: un fragmento de lo que fue un Chac Mool donado por un vecino de Iturbe.

También muestra con orgullo un portaestandarte donado luego de la inundación por parte de la señora Moctezuma, no recordó su nombre de pila, la cual aún no se encuentra dentro del catálogo, pero lo estará. Otra pieza es un dibujo de un Chac Mool ya catalogado dentro del acervo de la Sala Histórica.

De manera clara el señor Francisco explica cada pieza ubicada desde que se sube la escalera, lo mismo de un dibujo de la gran Tollan del arqueólogo Ponciano Salazar de los años sesenta.

Habla de los tres nombres que recibió Tula: Mamenhí de cuando algunos pobladores vivían en las faldas del cerro sagrado El Xicuco; el segundo se lo pone Ce Ácatl Topiltzin Quetzalcóatl, el gran sacerdote tolteca, que al llegar a Tula se da cuenta que la cultura otomí le tomó ventaja y funda la gran metrópoli tolteca Tollan Xicocotitlán. Tollan, lugar donde hubo muchos tulares y Xicoco por la montaña sagrada y titlan, que significa metrópoli junto al xicoco. Y el tercer nombre es Tula y Allende en honor al gran capitán insurgente Ignacio Allende.

Depende del tiempo de los visitantes se les explica vitrina por vitrina, con sus restos fósiles de mamut, los fósiles petrificados de animales o moluscos que habitaban en aguas saladas. Explica tan en detalle esta parte que la gente se va contenta y agradecida, según plasman en sus comentarios que les dejan en el libro de visitantes de la Sala Histórica. Por ello quisiera que este espacio mejore y hace ese llamado a las autoridades para ampliar el acervo porque es el recinto sagrado de la cultura y el arte, pero está abandonado.

Reconoce que la gente que llega de la Zona Arqueológica piensa que la Sala Histórica es un museo grande, pero no se decepcionan luego de escuchar la información que se les da porque es muy completa, desde la prehistoria, el periodo preclásico, los primeros hombres que pasan por Tula, del clásico al posclásico tardío temprano y la cultura tolteca.

En su explicación se refiere a los hombres que pasaron por Tula, entre ellos los huastecos de quienes hay evidencias como ollas en forma de calabaza y un entierro hallado en otro sitio. Comales y puntillas de lanza de obsidiana también se exhiben. Y durante las visitas se avanza a otras vitrinas que muestran figurillas halladas sobre todo en tierras de cultivo porque eran tributos para una buena cosecha.

En el periodo clásico se demuestra la relación que tuvieron los grupos toltecas con los grupos teotihuacanos, por las vasijas o la cerámica que es teotihuacana. Sin olvidar también la relación con la cultura maya desarrollada principalmente en Yucatán a donde emigró Topiltzin Quetzalcóatl.

Después de una detallada explicación de las vitrinas, llega a la época de mayor esplendor de la cultura tolteca, cuando eran los maestros del arte y de la construcción, de la arquitectura y como muestra de ello los bajos relieves. Eran especialistas en tallar figurillas del tipo galleta, famosas en toda Mesoamérica porque eran supuestamente utilizadas para sellar documentos o reproducir réplicas.

Un Tláloc, el dios de la lluvia que es azteca, fue encontrado por Francisco Barrón, originario de San Francisco Bojay, al estar cultivando su parcela con su tractor. Donó la figura a la Sala Histórica. Se muestra un tepetlacalli tolteca encontrado en El Cielito y entregado a Ricardo Baptista cuando era presidente municipal, para posteriormente ser donado.  La figura de la serpiente emplumada Quetzalcóatl que salía de las fauces de un jaguar emplumado no podía faltar.

Asimismo, nos habla del dios del trueque, de los comerciantes en la época del esplendor tolteca. Tollan Xicocotitlán fue en su momento el ombligo mundial de todas las cosas; es decir, el paso más importante para comercializar todo hasta llegar a Mesoamérica. *NI*

Por Nueva Imagen de Hidalgo

Medio de comunicación impreso que nació en 1988 y con el correr de los años se convirtió en un referente en la región de Tula del estado de Hidalgo. Se publica en formato PDF los miércoles y a diario la página web se alimenta con información de política, policíaca, deportes, sociales y toda aquella información de interés para la población.

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