El futuro de los Derechos Humanos.
Por Miguel Ángeles Arroyo
Desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) adoptara la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948, este conjunto de garantías universales ha servido de guía para ir avanzando hacia un mundo más justo y más próspero.
Aunque no es un documento obligatorio o vinculante para los estados, sirvió como base para la creación de las dos convenciones internacionales de la ONU: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, pactos que fueron adoptados por la Asamblea General de Naciones Unidas en su resolución 2200 A (XXI), de 16 de diciembre de 1966, y sigue siendo fundamento para la defensa de los derechos humanos en los ámbitos nacional e internacional.
Siete décadas después, sus postulados siguen en plena vigencia, pero el mundo ha cambiado y con esta transformación han surgido nuevas necesidades y emergencias que deben ser atendidas.
Cuando hablamos de derecho humano al futuro, estamos hablando del de futuras generaciones a vivir en un planeta habitable; de elevar la sostenibilidad a su máxima formulación de derecho internacional, de uno universal enfocado no solo en las necesidades actuales del planeta y de los que en él habitamos, sino también en el porvenir de ambos.
Es extraordinariamente preocupante pensar que muchas de las generaciones que aún no han nacido son ya, un colectivo vulnerable, y que la causa fundamental de esta situación es la falta de conciencia de estados, empresas y población sobre temas medioambientales.
Las acciones públicas, como la difusión del articulado de esta Declaración Universal en Facebook a través de la pagina UMDH; esta pensadas para ofrecer un mensaje informativo de cada uno de los artículos que la integran, la elevación de la conciencia, y para sembrar la semilla.
Los jóvenes pueden ser excelentes educadores y con frecuencia son más eficaces a la hora de captar, especialmente cuando la audiencia es su propio grupo de colegas. Garantizar a las generaciones venideras que podrán tener un futuro. Es el legado más importante que podemos brindarles
La lucha por la vigencia de los derechos humanos es un proceso que ha evolucionado de tal manera que, de hecho, actualmente su respeto y defensa se ha convertido simultáneamente en un indicador de gobernabilidad democrática y de la gestión gubernamental.
Nunca en la historia de la humanidad se han desarrollado tantos instrumentos internacionales, nacionales, estatales y locales para tutelar la dignidad humana. Simultáneamente existe un consenso de los grandes pendientes que existen en esta materia. Sobre todo en la situación que viven millones de personas: pobres, mujeres, indígenas, LGBTI, migrantes y muchos más.
La situación que vivimos, nos ha demostrado la necesidad de garantizar el futuro como un derecho humano. Su reconocimiento es el primer paso, y por ello le pedimos que se acometa de forma urgente.
Avanzar en su consolidación necesita algo más que palabras, requiere ánimo, entereza, creencia de que es posible y alianzas entre todos los actores de la sociedad para conseguirlo.
Garantizar a las generaciones venideras que podrán tener un futuro. Es el legado más importante que podemos brindarles. *NI*