Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
Tlahuelilpan, Hgo., 5 de mayo de 2025.- En un emotivo evento celebrado en el corazón del municipio, autoridades municipales, asociaciones civiles y ciudadanos se reunieron para conmemorar el 88 aniversario del emblemático kiosco y reloj erigido en honor al ejido, símbolo de la identidad, historia y orgullo de la comunidad de Tlahuelilpan.

El acto fue encabezado por el gobierno municipal en coordinación con la Asociación Civil Azcatl Takiti, quienes dieron la bienvenida a los asistentes, entre ellos regidores, representantes y diversos invitados especiales.
Durante su intervención, Fernanda Cruz Olín destacó la importancia de esta celebración como un homenaje a las raíces ejidales del municipio. “Hoy no solo conmemoramos la construcción de una obra arquitectónica. Celebramos la fuerza de nuestras raíces ejidales, el esfuerzo colectivo de hombres y mujeres que lucharon por la tierra y por la dignidad del campo”, expresó.
Asimismo, recalcó que el kiosco y reloj ha sido testigo de generaciones, luchas y celebraciones, marcando el pulso de la comunidad. Invitó a los presentes a continuar defendiendo la historia, los valores y la tierra que conforman el legado de Tlahuelilpan.
Por su parte, el ciudadano Daniel Hernández Reyes, representante de la Asociación Civil Azcatl Takiti —cuyo nombre en náhuatl significa “hormigas trabajando”—, compartió la filosofía de esta organización sin fines de lucro, basada en el trabajo en equipo, la solidaridad y la inclusión. Subrayó su compromiso con la promoción de los derechos humanos y actividades culturales, deportivas y sociales, rechazando cualquier forma de discriminación.
En su mensaje, Hernández Reyes enfatizó la importancia del tejido social como base de una comunidad fuerte y fraterna. “Un pueblo sin pena, sin amor y sin la participación de su gente es un pueblo sin futuro”, afirmó.
Mencionaron las personas que hicieron posible la construcción del monumento en 1937, cuando Tlahuelilpan contaba con aproximadamente 400 habitantes.
Silvino López Tovar anuncia proyecto escultórico para fortalecer la identidad
Durante la conmemoración, el diseñador industrial Silvino López Tovar, originario de Tlahuelilpan, fue presentado como invitado especial. En un emotivo mensaje, compartió su trayectoria profesional y anunció una propuesta artística para fortalecer la identidad cultural del municipio.
Durante su intervención, López Tovar recordó sus raíces locales y compartió su inspiración por el emblemático kiosco y reloj del municipio, el cual —señaló— no responde a un estilo arquitectónico definido, sino que representa un diseño colectivo y simbólico construido por los ejidatarios. Destacó la coincidencia entre su forma octagonal y el 88º aniversario, relacionándolo con la tradición grecorromana del laurel, símbolo de honor y triunfo.

“Este reloj ha sido parte de mi vida desde niño. Es un monumento que merece ser rescatado, como muchos otros, para fortalecer la identidad de nuestros pueblos”, expresó. En ese sentido, anunció su intención de desarrollar un proyecto escultórico monumental en Tlahuelilpan, con la participación conjunta de la sociedad civil, el gobierno y la iniciativa privada.
Finalmente, entregó al municipio su libro sobre sus diseños, concebido tras su primera exposición individual en el Museo de la Cancillería. La obra se imprimió en Madrid, España, y representa un hito al haber sido parte de un programa de pago en especie del SAT, mediante el cual su obra pasó a formar parte del patrimonio artístico del país.
El gobierno municipal reafirmó su compromiso con la identidad histórica
En representación de la presidenta municipal, Norma Leticia Reyes Reyes, el secretario municipal Orlando Velázquez tomó la palabra durante la ceremonia conmemorativa por el 88 aniversario del kiosco y reloj ejidal, destacando el profundo valor simbólico de este monumento para la comunidad.
Durante su intervención, Velázquez subrayó que el emblemático reloj y kiosco, inaugurado el 5 de mayo de 1937, representa mucho más que un marcador del tiempo. Es, dijo, un testimonio de la memoria, la lucha y el espíritu colectivo del pueblo. Recordó que la obra fue construida gracias al esfuerzo conjunto de los ejidatarios, quienes, con visión de futuro y sentido de justicia, decidieron levantar este símbolo como homenaje a la lucha agraria y a los ideales de la Revolución Mexicana.
“El reloj fue erigido con recursos del propio ejido y se convirtió en un símbolo de esperanza”, señaló. Añadió que, a lo largo de casi nueve décadas, este monumento ha acompañado el crecimiento del municipio, siendo testigo del nacimiento de generaciones, momentos de alegría, dolor, transformación y resistencia.
“El reloj y kiosco ejidal no solo marca las horas, marca también los valores que nos unen: el trabajo colectivo, la dignidad campesina y la voluntad inquebrantable de avanzar”, concluyó. Con un emotivo mensaje, cerró su participación deseando larga vida al reloj, al kiosco y a Tlahuelilpan. *NI*