*Por parte de un grupo de estudiantes de la ENAH, encabezado por el profesor Eduardo Ambrosio Lima.
Por MARLENE GODÍNEZ PINEDA
Luego de una pausa derivada por la pandemia y otras circunstancias institucionales, un equipo de investigadores de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) ha reiniciado sus trabajos de campo en la región de Tlahuelilpan, Hidalgo, como parte de un proyecto arqueológico e histórico que documenta el reparto agrario de la antigua hacienda del mismo nombre.
El profesor Eduardo Ambrosio Lima, quien encabeza esta iniciativa, informó que la investigación comenzó en 2019, pero se vio interrumpida por la emergencia sanitaria. Actualmente, se encuentran desarrollando una segunda temporada de campo, con el objetivo de registrar todas las evidencias vinculadas a la antigua hacienda y su influencia en la región.

“Estamos haciendo una investigación arqueológica e histórica sobre el reparto agrario de la hacienda de Tlahuelilpan”, explicó el maestro Ambrosio. El estudio abarca varios municipios: Tezontepec, Tlahuelilpan, Tlaxcoapan, Atitalaquia, Atotonilco de Tula y Tepeji del Río, donde existía infraestructura asociada a la hacienda.
El proyecto se desarrolla en fases. En junio se realizarán trabajos preliminares, mientras que para julio se tiene previsto regresar por una temporada de campo de un mes. La investigación, que contempla el periodo entre 2019 y 2025, culminará con informes técnicos y eventualmente podría derivar en una publicación más amplia.
Ambrosio subrayó el valor histórico de esta labor: “Obviamente, las comunidades que fueron beneficiadas con ejidos durante el reparto agrario tendrán este conocimiento histórico de cómo fue el proceso. Los actuales ejidatarios no vivieron ese momento inicial y esta investigación les permitirá contextualizar la historia de sus tierras”.
El equipo de trabajo está compuesto por seis estudiantes de la licenciatura en Arqueología de la ENAH. Asimismo, han contado con el apoyo de autoridades municipales y comisariados ejidales, quienes han facilitado el acceso a sitios clave y el reconocimiento de las mojoneras —los antiguos límites agrarios—.
El interés por esta investigación surgió a raíz de un trabajo anterior en Tezontepec de Aldama, donde se catalogaron monumentos históricos y se realizaron excavaciones. Fue entonces cuando el equipo identificó la magnitud de la infraestructura de la hacienda y decidió enfocarse en el impacto del reparto agrario.
Por su parte, Santiago Bautista Hernández, uno de los principales impulsores de este tipo de proyectos que beneficien no solo a su municipio Tezontepec de Aldama, sino de toda la región, destacó también el simbolismo del lugar donde se reiniciaron las labores: la presa, sobre el río Salado, “que verdaderamente da identidad a mi comunidad”, comentó.
“Como siempre, nosotros colaborando en lo que esté en nuestras manos”, concluyó Santiago Bautista, reafirmando el respaldo de las comunidades a esta labor académica. El proyecto no solo busca rescatar la memoria histórica, sino también fortalecer el vínculo entre pasado y presente, dotando a las comunidades de herramientas para comprender su origen agrario y su transformación a lo largo del tiempo. *NI*