*EL CÓNCLAVE.
Por José Antonio Trejo Rodríguez.
El 6 de agosto de 1978, la radio, la televisión y la prensa mexicana difundían la noticia que cimbró al mundo: el papa Paulo VI falleció, dejando vacante la santa sede después de un pontificado de poco más de 15 años. La amplia cobertura noticiosa daba a conocer que se abriría el periodo de elección del nuevo pontífice después de los funerales del obispo de Roma, quien en vida llevara por nombre Giovanni Battista Montini y las esperanzas de la grey mexicana se decantaron por alguno de los tres cardenales: Ernesto Corripio Ahumada; Miguel Darío Miranda y José Salazar.
La plataforma catholic.net publicó un relato de los días previos a la elección, entre ellos cita la correspondencia familiar de monseñor Albino Luciani, obispo de Venecia: “Querida Pía…”, escribe Luciani, “hoy hemos concluido el pre-cónclave con la última Congregatio generalis”. Después, echadas a suerte las celdas, hemos ido a verla. A mí me ha tocado el número 60, un saloncito adaptado como habitación para dormir. Y como en el seminario de Feltre en 1923: cama de hierro, un colchón, y un cuenco para lavarse. En el 61 está el cardenal Tomasek de Praga. Más allá de los cardenales Tarancón (Madrid), Medeiros (Boston), Sin (Manila), Malula (Kinshasa). Falta Australia y se podría decir que está “concentrado” todo el mundo. No sé cuánto durará el cónclave. Difícil encontrar una persona que se enfrente a tantos problemas, hay cruces muy pesadas. Por fortuna, yo estoy fuera de peligro. Es ya muy grave la responsabilidad de votar en esta circunstancia”.
Después de dos días, Luciani recibe 110 votos de 111 posibles y es elegido el sucesor de san Pedro, “Soy un pobre Papa, soy un humilde Papa…” repite a todos pidiéndoles rezar.” Se escribe en catholic.net. El pontífice elige el nombre Juan Pablo I en homenaje a sus dos predecesores y con el lema “Humildad” encabeza la iglesia un poco más de un mes, falleciendo en circunstancias rodeadas de especulaciones; obligando a los cardenales electorales a realizar un segundo cónclave en 1978, el año en el que la iglesia católica tuvo tres papas.
Después de dos días de cónclave, los cardenales eligieron a Juan Pablo II, el papa santo, quien inició su significativo pontificado el 18 de octubre de 1978, a la edad de 58 años, con la frase “No tengan miedo”. Fue el primer pontífice en visitar México, la primera en 1979, la segunda en 1990, la tercera en 1993, la cuarta en 1999 y la última en 2002. Falleció el 2 de abril de 2005.
El cónclave inició el 18 de abril, de los 117 cardenales electores, dos estuvieron ausentes por problemas de salud, uno de ellos fue monseñor Adolfo Suárez Rivera, arzobispo de Monterrey; de los 115 electores solo dos habían estado presentes en el último lejano cónclave celebrado 27 años atrás, en octubre de 1978: el decano Joseph Ratzinger y William W. Baum, arzobispo de Washington.
La elección del santo padre concluyó el día siguiente, siendo llamado el decano Ratzinger con el nombre de Benedicto XVI, el segundo papa no italiano en fila; durante su pontificado visitó México del 23 al 26 de marzo de 2012, renunciando a su cargo, por cuestiones de salud, en febrero de 2013, pasando a ser nombrado papa emérito, falleciendo el 31 de diciembre de 2022.
El cónclave en el que fue elegido el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, el primer papa originario del continente americano, el primer papa jesuita y el tercero en fila no italiano, inició el 12 de marzo y concluyó al día siguiente, la elección se realizó con 117 electores de 207 cardenales existentes, solo que por tener 80 años o más 90 quedaron excluidos como electores, más no como posibles elegidos, es decir no podían votar, pero sí podían ser electos.
Las publicaciones de esas fechas recordaron un dicho respecto a las elecciones en los cónclaves: “Quien entra papa, sale cardenal” haciendo referencia a que en el cónclave todo puede suceder y que no necesariamente se elige a los cardenales que llegan como favoritos para ser sucesor de san Pedro.
Tras el fallecimiento del papa Francisco, quien visitó México del 12 al 17 de febrero de 2016, sus funerales y novenario, el cónclave iniciará hoy 7 de mayo y viendo los antecedentes de las últimas cuatro elecciones, posiblemente el 8 de mayo veamos salir humo blanco de la chimenea de la capilla Sixtina y escuchar las palabras: “Tenemos papa”. Ojalá. *NI*