¿De dónde sacas 15 millones de dólares?

Por Magda Olguín 

Fue la pregunta que nos hicimos algunos amigos y yo al leer la nota del lunes 25 de agosto donde, Ismael “El Mayo” Zambada, uno de los líderes del Cártel de Sinaloa y de los más históricos del narcotráfico en México, se declaró culpable de dos cargos relacionados con el crimen organizado en un tribunal de Nueva York, Estados Unidos.

“El Mayo” reconoció durante se audiencia que dirigió por cinco décadas una red criminal y admitió que, a lo largo de ese tiempo, entregó sobornos a autoridades policiales, militares y políticas en México para garantizar la operación de su organización.

Frente al juez Brian Cogan, así como fiscales, agentes de la DEA y representantes de los medios de comunicación, Zambada renunció a su derecho a juicio y a presentar apelaciones.

Ismael Mario Zambada García, conocido como “El Mayo” (nacido el 1 de enero de 1948 en El Álamo, Sinaloa), fue uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, junto a figuras como Joaquín “El Chapo” Guzmán y “El Azul” Esparragoza. Desde sus inicios, operó como coordinador logístico, impulsando el tráfico de cocaína y heroína hacia Estados Unidos mediante túneles, aviones, barcos, submarinos y otros medios sofisticados 

A diferencia de otros capos, “El Mayo” mantuvo un perfil bajo que le permitió evadir la captura durante más de cinco décadas. Se le atribuye haber ascendido al liderazgo del cártel tras la detención de “El Chapo”, consolidando una red criminal eficientemente estructurada 

El 25 de julio de 2024 fue arrestado en El Paso, Texas, tras haber sido engañado para ingresar a EE. UU. junto al hijo de “El Chapo”, Joaquín Guzmán López. Se le imputaron múltiples cargos, incluyendo la conducción de una empresa criminal continuada (Continuing Criminal Enterprise) y conspiración bajo la ley RICO.

Durante su audiencia en septiembre de 2024 en Brooklyn, inicialmente se declaró no culpable. Sin embargo, en días pasados 2025 cambió su postura y se declaró culpable ante un tribunal federal de Nueva York, admitiendo su participación en operaciones de narcotráfico masivo y corrupción sistematizada 

Zambada admitió que, durante su trayectoria, el cártel traficó al menos 1,5 millones de kilogramos de cocaína hacia EE. UU. entre 1980 y 2024, además de operar redes de heroína, metanfetaminas y fentanilo. También reconoció el uso de violencia letal y sobornos a policías, militares y políticos en México como herramientas clave para evadir la justicia 

Como parte de su acuerdo judicial, Zambada evitó la pena de muerte que no fue solicitada por los fiscales estadounidenses. Se programó su sentencia definitiva para el 13 de enero de 2026 y enfrenta cadena perpetua . Además, el juez Brian Cogan impuso una multa de 15 000 millones de dólares como resultado del acuerdo de culpabilidad . Aunque sobrepasa la fortuna pública de la mayoría de los empresarios mexicanos —ubicándose hipotéticamente como la tercera mayor, solo detrás de Carlos Slim y Germán Larrea— esta cifra responde a una estimación judicial basada en sus ingresos ilícitos y ganancias criminales, no a bienes concretos disponibles. Expertos señalan que recuperar una porción significativa de ese monto será muy difícil y requieren procesos complejos de decomiso.

La multa de 15 000 millones de dólares simboliza tanto el impacto económico de sus operaciones como el esfuerzo del sistema judicial estadounidense por desmantelar el poder financiero del narcotráfico, aunque la recuperación real de esos recursos se anticipa limitada. Su sentencia definitiva, prevista para enero de 2026, será un momento clave en la historia del combate internacional contra el crimen organizado.

Para México la sentencia del Mayo Zambada significa el fin de un mito criminal y un triunfo parcial contra la impunidad, pero también exhibe las limitaciones del Estado mexicano frente al narcotráfico. Es una oportunidad para fortalecer la cooperación internacional y repensar las políticas de seguridad interna, aunque el riesgo inmediato es una escalada de violencia derivada del reacomodo criminal.

Tras la sentencia de Ismael “El Mayo” Zambada, México se enfrenta a un escenario complejo en el que el vacío de liderazgo en el Cártel de Sinaloa podría desencadenar disputas internas y una recomposición violenta del mapa criminal; sin embargo, también se abre la posibilidad de que el Estado mexicano aproveche este momento para reforzar su estrategia de seguridad y reconstruir la confianza ciudadana en las instituciones. El futuro inmediato estará marcado por la pugna entre facciones del narcotráfico, la presión de Estados Unidos para mantener la cooperación antidrogas y el reto interno de demostrar que la justicia nacional puede tener un papel protagónico en la lucha contra la impunidad y no depender exclusivamente de sentencias dictadas en tribunales extranjeros.

Mis redes sociales son: Magda Olguín en FB y @malenitaol en X. *NI*

Por Nueva Imagen de Hidalgo

Medio de comunicación impreso que nació en 1988 y con el correr de los años se convirtió en un referente en la región de Tula del estado de Hidalgo. Se publica en formato PDF los miércoles y a diario la página web se alimenta con información de política, policíaca, deportes, sociales y toda aquella información de interés para la población.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *