*Euforia, Poder y Límites: Una Historia para Reflexionar (Parte II)

Por Claudia Patricia Rodríguez Dorantes

El caso de Jenny Hermoso y Luis Rubiales ha sido objeto de un intenso debate público. Tras la resolución judicial, las posturas de los involucrados han quedado más claras, pero las reacciones de la opinión pública continúan generando interrogantes sobre el consentimiento, el poder y la forma en que la sociedad percibe estos eventos.

“En ningún momento consentí el beso. No tolero que se ponga en duda mi palabra y mucho menos que se inventen palabras que no he dicho.” Jenny Hermoso dejó clara su postura sobre lo sucedido. Por su parte, Luis Rubiales aseguró que antes del beso le preguntó a Jenny si podía darle un “besito” y ella le respondió que “vale”.

Uno de los dos, miente. Sin embargo, más allá de intentar determinar una verdad absoluta, resulta relevante analizar las reacciones del mundo frente a este hecho.

Diversos comentarios en redes sociales y foros han reflejado una tendencia a minimizar el evento, cuestionar a la denunciante y sobre todo restarle importancia al concepto de consentimiento. Algunos ejemplos incluyen:

• “Pero en el video… no puso cara de desagrado, molestia o reacción que indicara que no fue nada más allá de un gesto de emoción y sobresalto del entrenador.”

• “De verdad… meterse en TODO esto por UN PIQUITO, es increíble, qué ganas hay que tener.”

• “Que si Jennifer, que ya te vimos.”

• “No se la vio nada compungida después del suceso, a las imágenes me remito.”

• “No sabía sobre los detalles del caso hasta ahora. Pensé que el entrenador había cometido un verdadero abuso en contra de la joven. No sabía que el escándalo se debió a un ordinario beso, que lógicamente no debió darse. Pero, ¿hacerle un juicio al pobre hombre solo por eso?”

• “Increíble que estén llevando a juicio a este hombre por esta estupidez.”

• “Todo se trata de dinero, no del supuesto abuso, ya que ella lo abrazó fuerte y lo levantó, ella sí podía abrazarlo y levantarlo sin su consentimiento.”

Es evidente que la reacción del público depende en gran medida del contexto en el que se difunde la información y de las plataformas en las que se discute. No se puede afirmar que estas posturas sean mayoritarias, pero es innegable que reflejan una tendencia social a minimizar ciertos actos, relativizando el consentimiento y cuestionando a quien denuncia.

Al analizar estos comentarios, surgen algunas preguntas clave:¿Por qué podría minimizarse el hecho de que una persona invada la esfera personal de otra para besarla? ¿Por qué se culpa a Jenny Hermoso de querer “llamar la atención” por denunciar un hecho que la incomodó? ¿Es necesario expresar molestia o enfado en el momento para que la incomodidad sea válida?

Jenny Hermoso denunció el hecho. Sin embargo, ¿cuántas mujeres han experimentado situaciones similares de invasión a su espacio personal y, a pesar de la incomodidad, se han convencido de que “no es para tanto”, que “no quieren llamar la atención”, o que “no quieren generar problemas”?

Este caso no solo plantea un debate sobre el consentimiento, sino también sobre cómo la sociedad reacciona ante la denuncia de estos actos. ¿Qué opinan ustedes?

Escríbanme a claurodriguezdor@gmail.com*NI*

Por Nueva Imagen de Hidalgo

Medio de comunicación impreso que nació en 1988 y con el correr de los años se convirtió en un referente en la región de Tula del estado de Hidalgo. Se publica en formato PDF los miércoles y a diario la página web se alimenta con información de política, policíaca, deportes, sociales y toda aquella información de interés para la población.

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