*Lo que Leia sabe.
Por CLAUDIA PATRICIA RODRÍGUEZ DORANTES
Leia cumplió 10 años. Es una perrita Chihuahua muy limpia, disciplinada, inteligente. A veces siento que se parece a mí. Sabe cuándo estoy estresada, cuándo estoy triste, y también cuándo me entusiasmo o estoy feliz. Se emociona si le compro algo o si nota que vamos a casa de mis papás, ama el pollo con una devoción que incluso desespera.
Está atenta al departamento en el que vivimos. Identifica sonidos específicos y, antes de que yo misma reaccione, ya sabe que algo no anda bien. Cuando suena la alerta sísmica, ella ya está de pie, moviéndose con nervio, lista para evacuar. Tiene algo de modelo: si nota que le voy a tomar una foto, empieza a mover las orejas en distintas posiciones. Leia forma parte de mi familia.
No es solo compañía. No es un accesorio ni una costumbre. Ha estado presente en días que no compartí con nadie más. Me ha visto llorar, reír, dormir, trabajar. No necesita entender palabras para saber cómo estoy. Y yo tampoco para entenderla.
Por eso cuesta trabajo imaginar cómo hay personas capaces de lastimar a un animal. Y no hablo solo de golpes. También está el abandono cotidiano, el olvido, el plato vacío, el bebedero seco, el calor sin sombra. La ausencia de cuidado también es una forma de violencia.
En nuestro estado de Hidalgo, ya se reconoce como delito el maltrato, la crueldad o el abandono de animales domésticos. La ley impone penas de prisión y sanciones económicas, y prevé agravantes cuando el daño es más severo o se comete frente a menores de edad.
Incluso contempla que quien incurra en estas conductas pierda el derecho de volver a tener animales bajo su cuidado.
No es una concesión ni un gesto decorativo. Es una forma mínima de reconocer algo que para muchos ya es evidente: que hay vinculos que importan, que hay vidas que cuentan, y que no se pueden seguir ignorando.
Leia no sabe de reformas legales ni de códigos. Solo sabe estar. Con paciencia. Con atención.
Con afecto.
Si conoces un caso de maltrato animal en Hidalgo, puedes reportarlo ante la Procuraduría
Estatal de Protección al Ambiente a los teléfonos 800 912 1314 y 800.202.1321 o al correo electrónico proespa@hidalgo.gob.mx.
Y si tienes un animal que ha marcado tu vida, ¿qué ha significado para ti? ¿Qué has descubierto de ti mismo a través de él? Escríbeme. Me encantaría leerte. Escribanme a